Este fin de semana he conocido un restaurante nuevo en Estrasburgo: La Table du Gayot.
He vuelto a ir a este restaurante y lo DESACONSEJO por chulería. Llegamos a las 20 horas, un sábado para cenar y camarero nos preguntó si teníamos reserva. Le dijimos que no y nos dijo que el restaurante estaba lleno. MENTIRA, MENTIRA. Cenamos en el restaurante de al lado y nadie se sentó en las mesas de La Table du Gayot.
La primera vez que fui estaba bueno pero en Estrasburgo hay muchos más restaurantes tan buenos o mejores que este. NO VUELVO.
El restaurante se encuentra en la Place du Marché Gayot. Para los que no conocéis esta plaza se encuentra ubicada en el centro, entre la catedral y la Plaza de Saint Etienne y tiene su entrada por la Rue de Frères. Es un lugar super animado porque está lleno de restaurantes y bares por lo que es un buen lugar para comer/cenar o ir a tomar una copa. Uno de esos restaurantes de la plaza, es La Table du Gayot. ¡¡Hay otros dos restaurantes que están muy bien y son más simpáticos!!
La Table du Gayot, es un restaurante de comida tradicional francesa con una carta variada. Aunque las opiniones que he leí en la web eran diversas mi experiencia ha sido muy buena rectifico: MALA. Aunque ya no hace tanto calor como en agosto, cenamos en la terraza porque tienen unas lámparas que calientan y además te dan mantas.
Tomamos:
– 1/2 ración de foie-gras (que estaba muy bueno)
– magret de canard: excelente, viene con unas patatas al horno en forma de mil hojas de chuparse los dedos
– joue de buef : son carrilladas de vaca, la carne super tierna y la salsa exquisita
– Postre: Tarta tatin reinventada: con un sabor igual que la tarta tatin (tarta de manzana) pero en forma de mil hijas acompañado de helado de vainilla
Para beber: dos ponches y 50 cl de vino tinto de la casa.
La factura fue de €72 y aunque pueda resultar un poco caro (porque no tienen promociones con la Fourchette), merece la pena probarlo una vez.
Después de la cena, os animo a que vayáis a cualquiera de los bares de la plaza a tomar un mojito u otro cócktel, tendréis animación asegurada.
De regreso a casa, descubrimos un bar que estaba repleto de gente: Bar Les aviateurs. Aunque no entramos, la próxima vez que vayamos por la zona nos animaremos, tiene música y se puede bailar. La gente que entraba superaba los 35, me recordó al Bar «Déjate Besar» de Hermanos Bécquer en Madrid.