Mulhouse: visita al Museo del Automóvil

cocheEste domingo 19 de enero hemos decidido salir de excursión e ir a conocer la «Cité de l´Automobile» en Mulhouse.

Desde Estrasburgo es un paseo de casi 1 hora en coche así que lo mejor es ir con la idea de pasar el día completo allí. Hay más de 6 museos que podéis encontrar en Mulhouse, entre ellos el del automóvil y el del ferrocarril.

El museo está abierto (el fin de semana) de 10 a 17 y hay que contar entre 2-3 horas para visitarlo (si vas con niños). La entrada por adulto tiene un precio de €11,5 y los niños de 7 a 17 años pagan €9, para los menores de 7 años es gratuito. También te ofrecen la opción de sacarte un combinado del museo del automóvil y el del ferrocarril, son €3 de diferencia (por adulto) versus pagar dos entradas pero tienes que visitar el museo del ferrocarril como muy arte antes del mes desde la compra, si Mulhouse estuviera más cerca quizás lo hubiéramos cogido pero a 1 hora en coche nos da más pereza….

Por cierto, ahora mirando los precios en la web, he visto que para los «demandantes de empleo» el precio es de €9, ¡para una vez que no enseño mi carnet! y luego cuando lo saco, me dicen que no hay descuento….

Dentro del museo hay dos restaurantes, uno formal y otro que es self-service y que no está mal.

El museo es una verdadera joya de arte para los amantes del automóvil y para los que no somos tanto. Es impresionante ver cómo eran los coches antiguamente, el coche del médico con las velas que servían como luces, el Rolls Royce de la reina de Inglaterra, los coches de nuestros abuelos y ¡¡miles más!!. Eché de menos a mi querido Seat 600 (en el que me llevaba mi madre al cole) pero aquí en Francia no era tan habitual.

Aunque haya diferentes marcas de coches, podríamos decir que el 80% son de la marca Bugatti (que tiene su fábrica en Molsheim). Me imagino que los que saben de coches lo sabrán, pero para mi fue todo un descubrimiento saber que la marca Bugatti era tan pionera y conocida desde el comienzo del automóvil (1900). Está expuesto el coche más rápido del mundo: el Bugatti  Veyron Super Sport que ha llegado a alcanzar los 431 km/h sobre la pista. Hay también una zona de  coches de carreras con los coches de pilotos como Ayrton Senna, etc..

Aparte de la exposición de coches, hay un par de «atracciones» muy interesantes, la primera es intentar encender un coche como se hacía antiguamente con la manivela (¡misión imposible!) y la otra es sentir dos vueltas de campana dentro de un coche a 50 km/h es impresionante, se te ponen los pelos de punta de pensar cómo sería a más velocidad.

También hay una zona de juegos para los niños con coches en miniatura para que hagan carreras, los míos se lo pasaron genial.

Después de la visita decidimos ir a merendar a Mulhouse y así conocerlo… Los que viven aquí, se podrán imaginar lo que encontramos un domingo a las 17.30 en Mulhouse: nada ni a nadie por las calles.. Antes de tirar la toalla e irnos a Estrasburgo, decidimos acercarnos a la catedral del Mulhouse (por cierto la zona más recomendable) para ver el centro y allí encontramos ¡1 cafetería abierta! así que todos nos pusimos a correr para coger la última mesa disponible y ¡¡el último eclair de vainilla!! (a dividir entre 5)

La ciudad de Mulhouse está bien visitarla si vas al museo pero, salvo que yo me haya perdido algo, no merece un viaje desde Estrasburgo.

Tengo pendiente ahora visitar el Museo de Pain d´epices que he visto en el blog de Eva, otra española que está en Estrasburgo.

¡¡Espero tengáis un feliz jueves!!