El tercer día de nuestro viaje era sábado. Leímos que los sábados es el día de mercado en Beaune, uno de los pueblos más conocidos de esta Región porque se encuentra el «Hospicio de Beaune» visita obligada si pasáis por esta zona.
Merece la pena que, si podéis, vayáis a visitar Beaune el sábado. El mercado que montan en el centro de la ciudad es espectacular y podéis encontrar desde comida hasta antigüedades a precios muy asequibles.
Nosotros comimos algo en el mercado (crepes) y fuimos a visitar el Hospicio. Intentad ir a una hora que no haya mucha gente, nosotros entramos a las 13 (hora de comer) sin problemas pero a las 15 horas había una bonita cola para entrar.
No recuerdo el precio de la entrada pero sí que los niños menores de 5 años no pagaban. Te dan una especie de guía audio que está muy bien y que te hace la visita muy amena conociendo la historia del antiguo hospital de pobres. Al final de la visita hay una tienda dónde podéis encontrar vinos del Hospicio, son un poco caros pero creo que la calidad es excelente…
Después de visitar el Hospicio nos dimos una vuelta por Beaune (que no es muy grande) y nos fuimos al hotel a descansar un rato y disfrutar de la piscina cubierta que tenía.
Para cenar, fuimos a un restaurante en Corpeau que se llama L´Auberge du Vieux Vigneron dónde tomamos un côte de boeuf (Chuletón) con una salsa de «trompetas de la muerte» que estaba para quitar la respiración. Si vais por favor pedid los postres porque merecen la pena….
Y así acabamos el sábado, más tranquilo que el viernes pero muy agradable….