Esta semana pasada he estado comiendo en un clásico de Estrasburgo: El Café Brant.
Me invitó a comer mi amiga Olalla, una madrileña que vive aquí y que es una bellísima persona que ayuda a todos los estudiantes que llegan a estudiar por aquí.
El café Brant se encuentra en la plaza de la Universidad, justo frente al Palacio del mismo nombre. Olalla me dijo que, junto con el café Michael, el café Brant era el lugar de encuentro de literarios y políticos de Estrasburgo, un estilo el café de Oriente en Madrid.
Cuando yo llegué a Estrasburgo (ya hace casi 2 años) el café Brant estaba abierto pero era un café bastante viejecito y en el que te daban café y algo de bollería (pero poco más). A mitad del año 2013 lo cerraron y, según me contó Olalla, lo compró Orange (o una similar) para poner una tienda. Parece ser que los «estrasbourgueses» montaron una asociación para evitar que el café Brant fuera convertido en una tienda y sus protestas dieron sus frutos.
Hace un par de meses abrió el nuevo café Brant, guarda las cristaleras y la edificación pero lo han renovado completamente, además ahora ofrece servicio de comidas y meriendas. Abre todos los días (¡domingos incluidos!) hasta las 19:00. Tiene una terraza muy grande que es un placer para disfrutar del solecito.
Estuvimos comiendo, tienen plato del día y luego una carta, el servicio es impecable y el ambiente es genial. Os aconsejo reservar porque suele estar hasta arriba. Los platos rondan €15-20.
Cuando fui con Olalla teníamos al lado al presidente de la Universidad de Estrasburgo y a varios políticos del Parlamento. Menos mal que Olalla me iba indicando quién era quién porque desde luego aquí yo todavía estoy muy muy perdida.
La verdad es que me gustó mucho el restaurante y el ambiente. Muy aconsejable. Como mis padres vienen en breve, este será un lugar al que les llevaré a comer.