La verdad es que cuando me hablaban de Estrasburgo, me imaginaba el Tribunal de Derechos Humanos y una ciudad (francesa/alemana) en la que la gente comía salchichas y chucrut, pero nada más lejos de la realidad.
Estrasburgo es la cuarta ciudad más grande de Francia (http://es.wikipedia.org/wiki/Estrasburgo) y es dinámica, bonita y muy agradable para vivir, sobre todo si vienes con hijos. La ciudad ofrece multitud de planes para hacer con niños y la gran parte son gratuitos con a precios muy asequibles. Toda la ciudad tiene carril bici y la bicicleta es la forma en la que la mayoría de la gente se desplaza.
Si hablamos de comercios y ocio, tienes todas las grandes tiendas que puedes encontrar en Madrid (desde las muy buenas hasta Zara, H&M..) y la oferta de cines y restaurantes es muy variada. Para los restaurantes, os recomiendo que utilicéis la Fourchette para reservar vuestra mesa con grandes descuentos.
Alemania está al lado, lo que nos permite poder ir a hacer compras a Kehl (el primer pueblo) y aprovecharnos de la diferencia de precio.
Estrasburgo también es sede de varios Organismos Internacionales entre los que destaca, por su gran presencia, el Consejo de Europa. Gracias a estos organismos y a muchas empresas internacionales instaladas aquí, puedo deciros que es una ciudad muy europea/internacional, aquí encontrarás a gente de todos los países del mundo.
El Eurocuerpo (militares), tiene una de sus sedes aquí y es la razón por la que hay numerosos españoles que vienen destinados a Estrasburgo durante unos años.
La verdad es que es una ciudad muy bonita pero tiene un pero…: el tiempo. Es verdad que los inviernos son largos y fríos y aunque la primavera es muy bonita (por todas las flores), este año no hemos tenido mucha y hemos pasado del frío al calor. No es tan calurosa como Madrid pero es un calor más húmedo, por todos los ríos que nos rodean.
Si te toca venir a Estrasburgo: ¡bienvenid@! estoy segura que te encantará y además podrás aprovechar para conocer Europa central.