Este sábado hemos ido a esquiar a la estación que está en les Vosgues y que se llama La Bresse, es la estación de ski más grande de la zona y teníamos ganas de conocerla.
La verdad es que yo, hace un par de años, decidí que lo de esquiar no iba conmigo y que no disfrutaba nada con la velocidad: sigo bajando muchas veces en cuña después de más de 8 años esquiando…. Pero sí que me apetece que los niños aprendan y más viviendo en una zona como en la que estamos, rodeados de montañas. Mi marido es esquiador así que mientras padre e hijos disfrutan tirándose por las pistas la peque y yo nos tomamos un café de esos que salen poco rentables a la cafetería… (3-4 horas)
La estación de La Bresse se encuentra a 2 horas en coche desde Estrasburgo (utilizar este itinerario que os doy de Maps, no el que os diga el gps) , nosotros salimos a las 10.30 y a las 12.15 ya estábamos allí. Puedes coger un forfait de medio día que cuesta €19 y te permite esquiar de 13 a 17 horas.
Para que los niños «recordaran» esquiar, cogimos una hora de profesor para los dos que nos costó €50. Para un niño sólo son €40 así que te compensa meter otro niño…
La estación tiene 25 pistas y está muy bien organizada, hay varios parkings a pie de pista y ahí puedes comprar el forfait, alquilar material y coger las clases. Hay clases colectivas más baratas pero tienes que apuntar a los niños con antelación y son el fin de semana y no días sueltos.
Hay un restaurante self service con bastante variedad de comida y menús infantiles, además hay algo que me encanta de las estaciones de la zona y es que te dan jarras de agua, sí jarras de agua ¡¡gratis!! lo cual se agradece cuando vas con niños. La comida bien pero no para tirar cohetes, aunque tampoco puedes esperar mucho de un self service de estación de ski.
Para los amantes del ski hay pistas de todos los colores pero, a diferencia de Champ de Feu que tenía casi todo arrastres (de estos que te tiran y que siempre acabas en el suelo), esta estación tiene muchos telesillas (que también agradeces mucho cuando vas con los peques).
La Bresse me ha gustado mucho, muy animada, con una zona de trineos, también puedes montar en una atracción en la que te tiras en un trineo por una bajada vertiginosa, los niños pueden montar desde los 3 años y los míos se volvieron locos. También tiene muchos baños y bastante limpios.
A las 16 sacan una «discoteca» fuera y se monta el super ambientazo… Además también puedes esquiar de noche, la estación está abierta hasta las 22 horas y puedes esquiar por las pistas que están iluminadas (el forfait cuesta €8 más).
El self service cierra a las 14 y vuelve a abrir a las 18.30 para las cenas. Los niños estuvieron esquiando hasta las 16 pero luego se volvieron locos tirándose en trineo así que como estábamos acabando a las 19 decidimos quedarnos a cenar, la variedad de la cena era la de la comida (de hecho realmente era lo que había sobrado…).
Salimos de La Bresse a las 20.30, los niños cayeron redondos en el momento 1 y llegamos a Estrasburgo a las 22.15
Un bonito día en familia y en naturaleza, en verano tendremos que volver porque la estación está abierta y las atracciones también.